Justicia restaurativa: las prácticas que se realizan en la UNLa que evitan la reincidencia en el delito y brinda herramientas reparativas para los jóvenes
Uno de los puntos que la ley omite es la incorporación de la justicia restaurativa como forma de abordaje de la conflictividad penal juvenil, aún cuando la normativa internacional promueve limitar la intervención punitiva del Estado y alienta la adopción de medidas alternativas a la judicialización y la privación de libertad de niños, niñas y adolescentes.
Bajo la óptica de la justicia restaurativa desde la Universidad Nacional de Lanús, a través de su la Licenciatura en Justicia y Derechos Humanos y en conjunto con la Defensoría General de Lomas de Zamora, trabaja en la reinserción de jóvenes en conflicto con la ley penal. Esto se realiza a través de las prácticas pre profesionales de la carrera. Amparados bajo el concepto y abordaje de justicia restaurativa, lograron que, del universo de jóvenes que asisten una vez por semana, en su mayoría no recayeran en el delito y puedan reinsertarse a la vida social, comprendiendo la responsabilidad de sus actos y la reparación a través del acceso a los cursos de formación que brinda la institución, como es el aprendizaje de oficios de la Escuela “Felipe Vallese”, los talleres ofrecidos por la Dirección de Cooperación o el acompañamiento para emprendimientos, mediante la Dirección de Innovación y Vinculación Tecnológica.
Las prácticas restaurativas son parte del Programa que se enmarca el convenio institucional con la Defensoría de Abordaje Restaurativo de los Tribunales de Lomas de Zamora.
Florencia Beltrame, coordinadora del Instituto de Justicia y Derechos Humanos, se refirió en Todxs somos Rarxs sobre estas efectivas prácticas que evitan la reincidencia en actos delictivos y promueven la reinserción social de los jóvenes, a través de su vasta experiencia con procesos de abordaje “más humanos y más dignos”.
“Se trabaja en términos de acceso a derechos, pero también con la dimensión de la responsabilización para que el joven comprenda el daño que ocasionó y que existen otros caminos posibles” y agregó: “hubo un gran impacto, porque en el universo de chicos que asistieron no hubo reincidencia en el delito”.
Consultada acerca del proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad a 13 años, que pretende impulsar el actual gobierno, expresó que “cuando se trata de niños, niñas y adolescentes los procesos restaurativos, a partir de estas prácticas autocompositivas, son mucho más efectivas a que transiten un contexto de encierro propio de un proceso penal tradicional que, sin duda, termina agudizando las desigualdades sociales, porque les dificulta conseguir empleo o retomar los estudios .Por eso, insisto, en que se deben fomentar más proyectos de este tipo y no más debates en cuanto a la edad de imputabilidad”, destacó Florencia.
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