Entrevista con la especialista y docente en Derechos Humanos UNLa, Laura Gianelli, en el Día Mundial contra la Trata de Personas
En 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 30 de julio como Día Mundial contra la Trata de Personas, con el fin de concientizar sobre esta problemática tanto a la sociedad como a los gobiernos. Es un fenómeno esclavista en el que se priva de libertad a sus víctimas que son sometidas a situaciones de explotación sexual y laboral, entre otras modalidades. Para desarrollar esta vasta y compleja problemática, Desde el Sur, se contactó con la especialista, doctoranda el Derechos Humanos, consultora internacional y docente de trayectoria en materia de Justicia y Derechos Humanos en la UNLa, Laura Gianelli: “La Trata en Argentina comienza a conocerse fuertemente con los primeros informes sobre gente extranjera que era explotada en el país, mujeres dominicanas fundamentalmente de explotación sexual. A partir de 2008 con la creación de leyes, instituciones, como la Oficina de Rescate hasta el 2023 se rescataron casi 20 mil víctimas, muchas de ellas secuestradas siendo menores y rescatadas siendo mayores de edad. Mujeres, trans y varones, fundamentalmente menores”. “Las explotaciones más visibles son la sexual y la laboral, esta última, por ejemplo, con el desbaratamiento de talleres textiles. Antes de la pandemia los desbaratamientos fueron, también, con esclavitud en pseudo iglesias en las que había personas hasta con 20 años de cautiverio. La Trata tiene muchas fachadas, no solamente en lo laboral y en lo sexual”, agregó.
También, se refirió ampliamente al grave problema respecto al ámbito y las posibilidades de aplicación de la ley, las formas de abordaje en la prevención y detección, siendo la Argentina un país federal “donde la fuerza nacional, porque las provincias cuentan con su propia seguridad y sus propios procedimientos, que adhieren si quieren o no a la política pública nacional”. “Este es el gran problema que tiene Argentina, además de contar con territorio vasto, fronteras porosas, pueblos aislados sin internet o con baja alfabetización que suelen ser propicios para el reclutamiento”, enfatizo.